Relación conmigo mismo
Como ser humano, tenemos una serie de inseguridades, miedos y bloqueos que vienen dados por nuestro sistema de creencias y por nuestras experiencias de vida, y que intentamos sanar a través de nuestra relación con los demás.
Ciclo de Talleres 22-23
La idea de iniciar este ciclo de talleres surge porque a nivel humano se está dando un cambio profundo en la mayoría de las personas, las caretas caen y se crean formas de comunicación más honestas y transparentes, y por consecuencia, una mejor relación conmigo mism@. Pero todavía hay personas que no son capaces de relacionarse desde esa transparencia o coherencia y con los trabajos que se van a realizar en estos encuentros, aprenderemos herramientas para relacionarnos mejor con nosotr@s, con nuestras familias y en lo social.
Con Esta Frase De Gandhi, Define Muy Bien Desde Donde Debemos Actuar Para Transformar Nuestra Vida Y Nuestras Relaciones.
Todo en el universo tiene un orden perfecto, en el planeta, en la naturaleza, en los grupos de personas, en las familias, e incluso en nuestro propio cuerpo, hay un orden que permite que todo funcione bien. Cuando este orden es alterado, las cosas ya no van, la energía se bloquea e incluso podemos hasta enfermar.
El orden es un acto de consciencia, es espiritual y físico, por ello poner orden en nuestras vidas, ser claros, honestos y transparentes con nosotros mismos, es algo que se debe hacer, no pensar. Y esto es lo que vamos a hacer en estos talleres, aprender a poner orden y tranparencia en nuestros sistemas y en nosotr@s mism@s. De esta forma podremos ver de una manera gráfica, ese sentir o esa imagen interna que nos produce malestar y tensión, y que no somos capaces de ver ni reconocer. Al sacarla fuera y poner orden dentro, se liberan en nosotr@s las energías estancadas y programas que nos estaban condicionando, permitiéndonos vivir más libres y plenos.
Se va a trabajar desde el orden sistémico, con constelaciones familiares y otras técnicas psicológicas. En terapia sistémica, la trama familiar es importante, ya que el comportamiento de un miembro de la familia condiciona a otro. Por ejemplo, si mi padre fue militar, esto me condiciona en cómo me relaciono con los demás.
La familia es un sistema ordenado, pero a veces se desordena y necesita restablecer ese orden para que no se repitan las mismas historias.
Aquí tengo el caso de David, hijo y nieto de militares, el militar, y en un momento determinado decide dejar el cuerpo para dedicarse a las terapias alternativas. Como esto no está bien visto por su familia, él se siente mal y empieza a desarollar una enfermedad autoinmune, que le impide trabajar en lo que deseaba.
Después de constelar esa situación, y reencontrarse con su padre y con sus ancestros en lo simbólico, él se siente más libre y su salud mejora considerablemente.
Los ordenes familiares se agrupan en :
Jerarquía: “Quien estuvo primero tiene prioridad”. El ser se califica por el tiempo, por ello los padres, que llegaron primero, deben ser reconocidos y agradecidos, no juzgados. Una persona solo puede llegar a encontrar su identidad, estando en paz con los padres. Por ejemplo, si un hijo intenta aleccionar a un padre, desprestigiándolo y no respetándolo, se altera el orden y puede traer como consecuencia que él mismo no sea valorado ni respetado por los demás.
Pertenencia: todos los miembros de una familia tienen derecho a pertenecer a ella, si se excluye a alguno, se altera el orden. Por ejemplo, abortos, niños dados en adopción, maltratadores o hijos no reconocidos.
Me he encontrado varios casos a lo largo de los años, de personas que han nacido después de un aborto y que manifestaban no sentirse felices y tener un sentimiento de querer agradar y contentar todo el tiempo a sus padres, renunciando incluso a sus propios deseos. Aquí estas personas, están ocupando el lugar del niño muerto antes que ellos, y esto es lo que les genera este malestar. Cuando la persona se libera de esta carga y ocupa el lugar que le corresponde en su familia, dando su lugar al bebe muerto antes que ella, su situación cambia y su vida también.
Igualdad en dar y recibir. Las personas debemos dar un poco más de lo que recibimos y siempre recibir un poco más de lo que damos, de forma que ambas partes reciban y den más o menos lo mismo. Si no es así, se genera una desigualdad que traerá problemas a futuro. Por ejemplo, la esposa entregada a su marido y a sus hijos que vive por y para los demás, y no se tiene en cuenta, o no permite que la cuiden, acabará convertida en madre de su esposo, no siendo valorada e incluso puede llegar a ser maltratada.
Las constelaciones familiares permiten ver el problema, reestablecer el amor y liberar al que estaba afectado.
Cuando ignoramos el desorden el amor fluye menos, los logros se rehúsan, el cuerpo se afecta y la paz se aleja.
Como ser humano, tenemos una serie de inseguridades, miedos y bloqueos que vienen dados por nuestro sistema de creencias y por nuestras experiencias de vida, y que intentamos sanar a través de nuestra relación con los demás.
Hay un cambio profundo en nuestro interior, los antiguos sistemas de relación están cayendo, nos comunicamos de manera más honesta y transparente, generando otro orden en las relaciones. Pero todos traemos una historia.
Desde el principio de los tiempos, el ser humano vive en familia, y estas a su vez en sociedades, que se encuentran en un contexto social y un espacio-tiempo determinados y esto, afecta a las relaciones personales.
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