Los niños y adolescentes, al igual que los adultos, pasan por muchos momentos en los que se sienten perdidos y no saben cómo superar determinadas situaciones. Seguramente intentaran superarlas solos, pero si no lo consiguen, pueden comenzar a tener cambios conductuales, emocionales y psicológicos que son síntomas de que lo están pasando mal. Tal vez los padres quieran ayudar, pero no tienen las herramientas necesarias y se pueden sentir desbordados.
Es en estos casos, cuando la terapia se vuelve necesaria para que tengan un desarrollo normal y no se les generen traumas a los que se tendrán que enfrentar, tarde o temprano.
Dentro de los trastornos más comunes a estas edades están: la falta de autoestima, inseguridad, depresión, ansiedad, fobias, fobia social, anorexia y bulimia, entre otras.
Cómo saber si nuestro hij@ necesita ayuda:
Presenta cambios bruscos en su estado de ánimo. Esta más irritable y enfadado
Está triste, decaído y más callado de lo usual
Está nervioso o angustiado con frecuencia
Tiene miedos o ansiedad y dificultades para dormir.
Muestra rechazo a relacionarse con los demás y conflictos varios.
Evita ciertas situaciones, ya sea encontrarse con amigos o asistir al colegio
Empeora notablemente en su rendimiento escolar y le cuesta concentrarse
Está más rebelde y se cierra ante las conversaciones con los mayores
Tiene cambios en sus hábitos alimenticios